EN PARTIDA DOBLE
EDICION 924
CORRESPONDIENTE AL 10 DE OCTUBRE DE 2017
Alejandro Mares Berrones
“Ring,
ring, ring…Señor presidente, le habla el gobernador”
Dice un refrán popular, que “cuando veas
las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, pues bien, esto
significa que cuando vemos que algo acontece a nuestro alrededor, eso muy
probablemente nos puede pasar, así que uno debe estar preparado para lo que
inevitablemente llegará o, por lo menos, intentar evitarlo.
Lo anterior, viene a colación, con lo
que ocurre en Tamaulipas, con la reciente captura del ex gobernador Eugenio
Hernández Flores, a quien el pasado viernes lo detuvo y lo encarceló la
Procuraduría General de Justicia de esta entidad, acusado por la Fiscalía
Especializada en Combate a la Corrupción, por los delitos de peculado y
operaciones con recursos de procedencia ilícita al apropiarse de mil 600
hectáreas que actualmente tienen un valor de 1, 584 millones de pesos.
Este predio, es en donde se localiza el
Puerto Industrial de Altamira, uno de los 5 puertos más importantes del país,
estas hectáreas tienen su historia negra, puesto fueron expropiadas por el gobierno federal en 1996; en el 2002
fueron traspasadas al Fideicomiso Nuevo Santander, ese mismo año se las
vendieron a un particular en un ridículo precio, quien a su vez cinco años
después las revendió a otro particular en el periodo de Eugenio Hernández
Flores.
Pues bien, el tema no es la aprehensión,
los delitos y la metida de bote que el gobierno azul le está dando a un ex
gobernador priista, sino la señal que Cabeza de Res, le manda a los políticos
de la entidad, principalmente para aquellos alcaldes coludidos con el narco y
que se quieren reelegir…
Ya les había dicho Cabeza de Res:
“Lo único que mi gobierno no negocia con
alcaldes, son las simulaciones en el tema de seguridad, aquí solo hay un
compromiso: nuestra gente”.
A un año de timonear Tamaulipas y
después de rendir su primer informe, Cabeza de Res, se percató que para la
“gente” de la entidad ya no era aquel candidato en el que confiaron y pusieron
todas sus esperanza, había que implementar una estrategia para legitimarse y
catapultar a su gobierno, en el cual el 69 por ciento de la población ya no le
confía ni las llaves de sus casas.
Sin duda, el “manotazo” de Cabeza de
Res, fue contundente y lleva un mensaje claro, muy claro para los priistas,
principalmente para los que son alcaldes y se quieren reelegir…
El mensaje es clarito, como el agua, “ya
vieron lo que le pasó a Eugenio, así les puede pasar a ustedes”; así que todo
aquel alcalde que “traiga cola” y que se quiera “aventar” a la reelección, con
una simple y llana llamada de Cabeza de Res, los vas a parar, ¿o a poco, va
haber algún valiente alcalde priista o panista, independiente o del PES que
quieran ir a una apestosa y peligrosa prisión de Tamaulipas?, como la de
Tamatán, en donde Cabeza de Res “enchiquero” a Eugenio Hernández Flores, como a
un vulgar y trompudo marrano, con todo respeto para los marranitos.
Con una sola llamada, ahora Cabeza de Res
tiene a los alcaldes en sus manos, la jugada le salió de ajedrez, eso sí
Eugenio Hernández Flores, no recobra su libertad, que creo que para eso ya hay
otra “movida” y es precisamente la extradición y con esto Cabeza de Res, se
anota un punto con sus paisanos los gringos, pues al mandarles a Eugenio,
cuando la PGR no quiso hacerlo, los bonos de “Cabecita” suben no solo en Texas,
también en Washington.
Así que Cabeza de Res, hay que
reconocerle que con esta jugada hizo “chuza” y además, pues le va a embargar o
a recuperar todo lo que pueda de las propiedades de Eugenio, así como a muchos
de sus prestanombres tanto de él, como de Tomás Yarrington, los va a desplumar…
Lo curioso de esto es: ¿Y Egidio
cuándo?, por qué solo el grupo de Tomás Yarrington, o sea, Eugenio Hernández
Flores y sus 40 ladrones, mejor dicho, sus 40 investigaciones.
EN CONTRAPARTIDA, ¿aguantará un alcalde
de Tamaulipas, una llamada de Francisco Javier García Cabeza de Res?, usted que
cree querido y caro lector, tengo o no tengo razón o estoy como “La
Chimoltrufia” y es que el 2018, es sumamente importante para “Cabecita” y no lo
iba a dejar suelto.
Por lo pronto:
-“Ring, ring, ring”…
-“Si, bueno, quién habla”.
-“Soy el gobernador, pásame a Jessy”…
-“Señor Presidente, le habla el gobernador”.
-“Dile que no busco la reelección, que
mande al que quiera”.