EN PARTIDA DOBLE
EDICION 708
CORRESPONDIENTE AL 10 DE DICIEMBRE DEL
2013
Alejandro Mares Berrones
¿Será Yarrington
capaz de ir a prisión y ser exhibido por los gringos como uno más de sus
trofeos o hará lo que Hitler?
Las acusaciones que los Estados Unidos
de Norteamérica, ha entablado contra quien fuera gobernador de Tamaulipas,
Tomás Yarrington Ruvalcaba, son graves.
Según la información dada a conocer por
el Buró Federal de Inteligencia (FBI) y por la propia Agencia Antidrogas de los
EE. UU. (DEA), Yarrington Ruvalcaba cometió los delitos de conspiración, lavado
de dinero producto del narcotráfico y de la delincuencia organizada, fraude,
por estructurar las transacciones de divisas en una institución financiera
nacional con declaraciones falsas a bancos estadounidenses, entre otras
linduras.
Yarrington salió recientemente a escena
y por medio de su cuenta de facebook, está cantando que su defensa ya empezó
actuar; eso es un síntoma de que está preocupado, incomodo ante su egoísmo que
todavía no alcanza a visualizar que de caer a la cárcel se pudriría en ella,
pues la sentencia por tales delitos serían por varios centenares de años, si
bien le va.
Si fuera psicólogo o criminólogo,
estudiaría el actuar de Yarrington, quien se ha vuelto víctima de su propia
vanidad y egoísmo; tal y como le ocurrió a Adolfo Hitler; sin temor a
equivocarme me atrevo a decir, que Tomás se encuentra casi pisando la misma
situación de aquel personaje de la historia universal.
Hitler, ambicionaba poder y gloria;
Tomás hizo lo mismo, de vivir en la miseria llegó a encumbrarse como gobernador
de Tamaulipas y hasta le tiró arañazos a la silla presidencial, haciendo perder
a Roberto Madrazo y gracias a esto, Enrique Peña Nieto, lo absolvió de toda
culpa en nuestro país, a sabiendas de que en los Estados Unidos le iba a tronar
el cuete.
Solo imagine usted querido lector, que
hubiese sido de México si Tomás Yarrington, se hubiera salido con la suya de
llegar a la presidencia de nuestro país...
Cuentan que cuando Tomás asumió la gubernatura
de Tamaulipas, su antecesor, hoy senador de la república Manuel Cavazos Lerma,
mantuvo una sana distancia y aunque Cavazos también resultó ladrón de siete
suelas, en aquel sexenio cavacista, las fuerzas policiales todavía obedecían
las órdenes del mandatario estatal…
…Al cabo de dos o tres años, Cavazos
Lerma, se volvió a topar con Tomás y le reclamó: “Que hiciste pen...,
entregaste las policías a los narcos, ya te llevó la chingada”; Cavazos Lerma,
con su colmillo retorcido, volvió a poner tierra de por medio y dejó a Tomás
que se hundiera, pues ya no le hacía caso…
Cavazos hoy es senador, las travesuras
de Tomás también lo salpicaron, pero al parecer la libró; después de Tomás vino
Eugenio Hernández Flores, que solo sirvió de muñeco de trapo; Tomás seguía
mandando y su poder económico creció enormemente; hizo inversiones en México a
través de sus prestanombres y testaferros, según se ha dicho públicamente; pero
cometió un error, le quiso picar los ojos a los gringos, y allí fue en donde
torció la puerca el rabo.
Me atrevo a pensar, que la publicación
que hizo Yarrington, de que sus abogados gringos ya están trabajando en su
defensa, cree que lo van a librar de tal situación, se sigue envolviendo en ese
ego enfermo, propio de los vanidosos y ambiciosos; como le sucedió a Hitler;
que al verse ante el peligro de la prisión, decidió suicidarse.
Yarrington, tiene muchos millones; le
alcanzaran para doblar a la justicia estadounidense como lo hizo con los jueces
federales acá en México o con el gobierno de Peña Nieto, que por poco lo
canoniza y le pide perdón, por mantener las acusaciones de Calderón contra el
ex mandatario.
¿Será Yarrington capaz de ir a prisión y
ser exhibido por los gringos como uno más de sus trofeos o hará lo que Hitler?.
Es todo y recuerde: “El Lenguaje como Legítima
Defensa”.
enpartidadoble@hotmail.com,
enpartidadble.blogspot.mx; teléfono oficina:(868) 149 07 34