jueves, 15 de noviembre de 2018

El abogado de “El Chapo”, ya abrió la boca, ahora solo falta que Yarrington “suelte la sopa”


EN PARTIDA DOBLE
EDICION 954
CORRESPONDIENTE AL  15 DE NOVIEMBRE DE 2018


El abogado de “El Chapo”, ya abrió la boca, ahora solo falta que Yarrington “suelte la sopa”

 El Cártel de Sinaloa sobornó al ex presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa y al actual mandatario Enrique Peña Nieto, asegura la defensa legal de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Alejandro Mares Berrones


Sin duda, las declaraciones del abogado de Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”, le cayó a la clase política de nuestro país como un balde de agua fría, que los  estremeció hasta los huesos.
La defensa legal de El Chapo, afirmó en el juicio que se le sigue en New York, que la organización criminal de El Cártel de Sinaloa, sobornó a los mandatarios mexicanos Felipe Calderón Hinojosa y a Enrique Peña Nieto, a quienes les pagó millones de dólares, es decir, los tenían en la nómina del narco.
Jeffrey Lichtman, abogado de El Chapo, les puso el dedo, a través de sus declaraciones que dio a la Agence France Presse –AFP-, la agencia de noticias más antigua del mundo y la que trasmite información en más de 7 idiomas, es decir, el golpe mediático contra Calderón y Peña, fue globalizado, al más alto nivel del periodismo y de la política mundial.


Fue un golpe demoledor, ahora el gobierno norteamericano con esas declaraciones de  Jeffrey Lichtman, no tendrá excusa para integrar al expediente de El Chapo, los nombres de Felipe Calderón Hinojosa y las de Enrique Peña Nieto, que no creo que tengan ganas de viajar a los Estados Unidos, a lo mejor hacen lo que hizo Tomas Yarrington Ruvalcaba, otrora poderoso gobernador de Tamaulipas, que se fue a refugiar a Italia, con la mafia siciliana, pero que ahora duerme en la prisión de Olmito, Texas, precisamente por haber pactado con el narco.

Hay que recordar, que Enrique Peña Nieto fue chofer del ex gobernador Yarrington, basta con buscar en google y allí aparece la fotografía, en la cual el actual mandatario le servía de chofer al narcogobernador de Tamaulipas…

Ya lo había dicho en anteriores comentarios, que la única salvación de Yarrington, es que entre en una negociación con la juez que lleva su caso allá en la Corte del Distrito Sur de Texas, radicada en la ciudad de Brownsville, frontera con Matamoros, ciudad natal de Tomas de Jesús Yarrington Ruvalcaba.

Yarrington, para obtener algunos beneficios, para la reducción de la pena, tendría que “ponerle el dedo”, no solo a sus prestanombres y socios de sus negocios blanqueados e ilícitos, también abriría la boca para señalar aquellos políticos corruptos de Tamaulipas y de nuestro país coludidos con la delincuencia organizada, no solo se trata de los exgobernadores Manuel Cavazos Lerma o de Eugenio Hernández Flores…de Sergio Arguelles, Pablo Zarate Juárez, Napoleón Rodríguez, El Caballo Martínez, La Conga, de José Julián Sacramento Garza, exiliado a Monterrey Nuevo León por el gobierno de Tamaulipas que encabeza Cabecita de Vaca… “esos son perras flacas”, eran mozos de Yarrington, estamos hablando de los Salinas de Gortari para arriba.

 Por cierto, Eugenio Hernández Flores, sigue recluido en la prisión de la capital del estado, por el gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que también tiene su negro expediente y no es “una blanca palomita”.

Yarrington tendría que entregar a alguien más “pesado” que él, a estas alturas y por los meses que ya lleva en prisión, lo más seguro es que ya “soltó la lengua”, sino no le hubieran cambiado al juez Morgan.

Con relación a las declaraciones que el pasado martes hizo el abogado de El Chapo, donde aseguró  que el Cártel de Sinaloa habría pagado millonarios sobornos al presidente mexicano Enrique Peña Nieto así como al expresidente Felipe Calderón.

Esa declaración, creo, con temor a equivocarme, que es la primera vez que escucho una aseveración de tal magnitud, es decir, no le ponen el dedo a un mandatario, son a dos y uno de ellos en funciones; se había sabido de los señalamientos contra Manlio Fabio Beltrones y otros altos funcionarios que han estado en el poder, pero así de contundentes, no lo había visto y sobre todo, el medio que da a conocer la noticia y la forma en la que se propagó, a días de que asuma el poder Andrés Manuel López Obrador, “El Peje”.

Queda claro que en la política, los amigos son de “mentiritas” y los enemigos son de verdad, no cabe duda que si algo le gusta a los gringos, es colgarse trofeos de políticos corruptos y más si se trata de sus vecinos mexicanos.

Claro que lo anterior, tanto Peña Nieto, como Felipe Calderón, lo negaron y lo negarán, pero que piensa la sociedad mexicana al respecto, sin temor a equivocarme, más del 90 por ciento de los mexicanos, lo anterior lo toman como cierto.

Que triste, que nuestros gobernantes, después haber tenido un poder político de ese nivel, terminen embarrados con el narco y pasen hacer vulgares y corrientes delincuentes.

Según la agencia francesa, Jeffrey Lichtman, el abogado de El Chapo, le dijo al jurado que el verdadero jefe del Cartel de Sinaloa es su coacusado Ismael El Mayo Zambada, quien nunca ha pasado un día en prisión y sigue prófugo, y que ha pagado “al actual y al anterior Presidente de México, millones de dólares en sobornos”.


Y reveló Lichtman:

“Se le acusa de ser el líder mientras los verdaderos líderes viven libremente en México…En verdad no controlaba nada. Mayo Zambada lo hizo”.

Los comentarios de Lichtman se dieron después de que el fiscal asistente Adam Fels expusiera el caso, en el que la fiscalía busca demostrar que Guzmán pasó de ser un traficante de marihuana de bajo perfil en la década de 1970 a encabezar el Cártel de Sinaloa.

El Chapo es juzgado en una corte en Nueva York donde se le acusa de haber liderado a una de las organizaciones criminales más grandes del mundo; como jefe del Cártel de Sinaloa durante 25 años, se le atribuye haber introducido a Estados Unidos al menos 200,000 kilos de cocaína.
 
El gobierno de Peña recapturó a El Chapo en enero de 2016, y fue extraditado a Estados Unidos un año después, el último día del gobierno de Barack Obama y en vísperas de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Caso Yarrington

Tomas Yarrington Ruvalcaba, fue presentado  el 23 de abril, ante el Juez de la Magistratura de los Estados Unidos, Ronald G. Morgan, fue en la sala de justicia 2, del distrito de la Corte Federal de Brownsville, Texas, ubicada en la 7 y Harrinson, muy cerca del Zoológico Gladys Porter, donde se llevó a cabo la audiencia inicial, de las acusaciones que el gobierno de Estados Unidos le hizo al ex gobernador de Tamaulipas.
Yarrington Ruvalcaba, que apareció esposado de pies y manos, con una gruesa cadena de acero como cinturón, se le leyeron los 11 delitos federales por los que se le juzgará, se los leyó el juez  Morgan, uno de los jueces más temidos en Texas…
El juez Morgan por 19 minutos, le describió fechas, cantidades y los delitos de que se le acusa, entre ellos, delincuencia organizada, narcotráfico, lavado de dinero, fraude bancario, importación de drogas, evasión de impuestos, sobornos a cárteles de las drogas para el trasiego de las mismas hacia Estados Unidos, cuando fue gobernador de Tamaulipas…
El propio Juez Morgan, reconoció que de los 11 cargos que se le imputan, en ocho de ellos aparece su nombre.
El Juez concluyó la audiencia a las 13:52 horas, y le dijo a Yarrington que le han sido confiscados 135 millones de dólares, sus cuentas congeladas, todo lo que aparezca con su nombre y sus prestanombres, un avión, un departamento en la Isla del Padre,  propiedades en San Antonio y Houston Texas…

“Toda la estafa”, dijo el juez Morgan.
Yarrington, salió de la sala de justicia, con el rostro desangelado, con la mirada al piso, vestido con un pantalón de mezclilla, su camisa a cuadros azules con blanco, tenis azules con rayas blancas, como cinturón traía una gruesa cadena de acero, con esposas en sus manos, esposado de los pies… por donde entró, salió…
Después, en la parte posterior de la Corte, a las 14:17 horas, tres camionetas negras igualitas, con vidrios oscuros, sacaron a Yarrington, quedó bajo la custodia de los U. S. Marshall, quienes lo trasladaron a la cárcel denominada Carrizales, que se encuentra en Olmito, del Condado de Cameron, en cuyo interior se encuentra una unidad (módulo) de máxima seguridad, para los criminales de alta peligrosidad.