jueves, 22 de agosto de 2013

Sin cajones de muerto, la Funeraria Municipal Además se aparecen fantasmas en sus capillas





Además se aparecen fantasmas en sus capillas

Sin cajones de muerto, la Funeraria Municipal

Alejandro Mares Berrones

Vestido con pantalón verde, zapatos color café, calcetines color beis, al igual que su camisa sport; Asbel Josué  Pérez Ramírez, director de la Funeraria Municipal, mejor conocido como “Josué”, la cual se ubica en avenida Roberto Guerra y Francisco Castellanos esquina, de la colonia Popular de Matamoros, acepta la entrevista; a simple vista se le nota que es un hombre ya maduro de edad, de unos 70 años, pero atlético; de las personas adultas amantes del ejercicio o de algún deporte, de cabello y bigote entre cano, su color de ojos no los distinguimos bien, porque usa unos lentes, que a pesar que son transparentes, su iris me fue imposible observarla…
…Inmediatamente me di cuenta que es un hombre franco, sincero y dicharachero, le encanta platicar y bromear, cuando me identifique con él y le digo de que se trata, inmediatamente me pasa a su oficina y me sorprende, porque me invita a que me siente en el sillón reclinable de su privado; cosa que no acepte y lo cuestiono al respecto:
--¿Por qué no se sienta usted aquí en su sillón, digo para las fotografías que le voy a tomar?
--“Nombre ni Dios lo quiera, allí se sentaba Víctor Mata; además dicen que muerde”.
--¿Quién es Víctor Mata y por qué dice que muerde?
--“Víctor fue el anterior director de esta funeraria, me dijeron que está muy malito y el sillón muerde, porque no sirve, tiene un desperfecto, pero como está inventariado, pues aquí lo tenemos que tener; mira mejor me pongo acá”.
Nuestro entrevistado toma asiento en otra silla que está frente al escritorio; por nuestra parte hacemos lo mismo y empezamos a preguntar:
--¿Su nombre es bíblico?
--“Son nombres bíblicos, yo pensaba que Asbel, era árabe y no, leyendo un día la biblia aparece Asbel y como mis abuelos eran cristianos, estaban acostumbrados a poner nombres bíblicos (sic), todos sus nietos tienen nombres como Samuel, Efrén y yo Asbel Josué”.
--¿Desde cuándo funge como director de la Funeraria Municipal?
--“Yo soy desde enero, a del uno de mayo del 2012, aquí estamos”.
--¿Usted es originario de aquí de Matamoros?
--“No, yo soy originario del estado de Veracruz, Tampico el Alto Veracruz; ¡he!, pero estudie la primaria, secundaria, prepa y parte de la facultad, la hice en Tampico Tamaulipas y me fui al D. F. –Distrito Federal, capital del país-, según yo, a terminar de estudiar y nunca estudie, pero viví mucho tiempo en el D. F., fui agente viajero en medicina, yo era, decíamos visitador médico, entonces yo visitaba médicos en varias partes de la república; trabaje en varios laboratorios, Promeco, Borinker y el último fue aquí, o sea, me cotice bien, me cotice bien (sic), al ratito me hablo un laboratorio Cintex de México, a eso me dedique muchos años”.
Nuestro entrevistado se acomoda en su silla y le soltamos otra pregunta, sobre lo que él iba a estudiar:
“Mira, quería entrar a la libre de derecho, allá en México aparte de la UNAM –Universidad Nacional Autónoma de México-, hay una escuela libre que se llama Ramiro Portes Gil; pero yo en ese tiempo yo no quería estudiar y como era de un pueblo, del que nunca había salido y cuando llegue al D. F. me impresione y no estudie, pero no me arrepiento porque me ha ido bien gracias a Dios”.
--¿En esa etapa de su vida como agente viajero y que quiso estudiar derecho que más hizo?
--“Sí, bueno, yo después puse mi negocio, yo tuve dos negocias, en Salamanca, Guanajuato”.
Soltó la carcajada, “ja, ja, ja, ja…”, se acordó de esa época nuestro personaje y volvemos:
--¿Qué clase de negocios?
--“Mariscos, restaurantes de mariscos, que curioso, yo iba a mi pueblo y ahí tenemos una laguna, ahí me comía yo los mariscos; pero, cuando uno está joven le dan ganas de hacer muchas cosas, entonces puse el negocio de mariscos, me fue muy bien, estuvimos muy bien en Salamanca, ya mis hijos eran adolescentes”.
--¿Cuántos hijos tiene?
--“La mayor es verónica, luego le sigue Oscar, después Lorena, está Ramses, está Margarita y la última es Arely”.
Como nuestro entrevistado es muy bromista, también le soltamos una: “Oiga Josué, usted de plano no miraba televisión” y vuelve a soltar la carcajada: “ja, ja, ja, ja…”.
--¿Cómo se llama su esposa?
--“Se llama Evelia Isabel Córdova”.
--¿Cómo se conocieron?
--“Fíjate, curioso, fue en el D. F., llego yo al D. F., después de haber andado por muchas partes, ya vez que el D. F. es extenso, pues yo ya estaba destinado para ella y ahora le digo a mi mujer suertudota –suelta la carcajada de nuevo-, nos conocemos, ella tenía 17 años, cuando nos casamos y yo 25, ella muy joven, ella tenía 17 años (sic) y ahora tenemos 45 años de casados, los cumplimos el 21 de diciembre”.
--¿Y nietos, cuántos tienen?
--“Nietos tenemos diez, ya dos están en la facultad, la más chiquita tiene 6 meses, pero yo juego mucho con el hijo de Arely, porque siempre me ha gustado decirles groserías y cuando repite, pues repite, pues se siente bien; dicen los papás del chamaquito, que todo entiende porque repite todo, y yo le digo me vale, ya me dijeron que no le enseñe, porque en el kínder las va andar diciendo, ah pero soy precavido, le dije si le preguntaban, que dijera que fue su papá…”.
--¿A su edad, de que se arrepiente?
--“Mi mayor perdida, si la consideramos así, no haber terminado mi carrera, yo quería ser abogado, pero no se pudo y aun así batallan muchas para ponerse conmigo, porque sabes esto y sabes defenderte eso es lo importante”.
Tratamos de guasear con nuestro entrevistado diciéndole: “Suena usted a líder Josué” y nos responde:
“Sí, yo soy presidente del Fraccionamiento Villa Las Torres, ahí estamos en Villa Las Torres”.
--¿Ya tiene tiempo en el liderazgo de ese lugar?
--“Ya, soy un Porfirio Díaz, tengo ocho años”, vuelve a soltar la carcajada: “ja, ja, ja,…” y replica: “ahí siempre se han hecho las cosas derecho, siempre le he dicha a la gente las cosas como son, nunca he tomado nada, no hay nadie que me señale de nada”.
--¿Qué edad tiene?
--“Tengo 70 años, soy del 43, de la época del rock, te puedo decir que mis compañeros fueron Enrique Guzmán, Alberto Vázquez y todos esos  y aquí estamos”.
--¿Práctica algún deporte?
--“Si, a mí me ha gustado siempre el beisbol, me gusta tirar golpes, lo práctico”.
--¿Práctica box?
--“No sé si sea box, pero como uno de mis hijos se acostumbró ir al karate, pues me acostumbre yo también a hacerlo como habito, pero me gusta el deporte, me gusta caminar, como se puede decir deportes sencillos”.
Hacemos una pauta con nuestro entrevistado y le aclaramos que ahora si vamos a entrar al tema de la funeraria municipal y que nos cuente sobre sus funciones como director de la misma.
“Pues, prácticamente mis funciones es organizar, es una dirección, es una dirección de aquí la funeraria municipal, aquí tenemos 10 gentes, 10 gentes a las cuales yo las organizo, gente muy cumplida, trabajadora porque hacen una función, al inicio batallamos, pero es como todo, pero ahorita ya podemos decir que vamos bien, aquí no vemos a los muertitos o deudos si son del PRI, del PAN o del PRD, aquí no hay colores, aquí atendemos a la gente por igual, con justicia, eso es lo bueno ahorita, pero tenemos la desventaja que no tenemos ataúdes”.
--¿Cómo que no tienen los cajones para muerto?, ¿Por qué?
--“Ahí está el detalle, como dijo Cantinflas, hemos hecho la requisición, pero a lo mejor tú ya sabes el por qué”.
Se le responde a Josué: “será por el final de la presente administración municipal, por algún recorte presupuestal, pero mejor dígame Usted ¿Por qué?”.
“Pero aquí estamos y si la gente necesita esto o lo otro, pues a ver como le hacemos,, conseguimos el ataúd, aquí tenemos capilla, tenemos carrosa y la atención que es lo básico”.
--¿Aunque falten los cajones de muerto, siguen ustedes dando el servicio?
--“Aquí los que más se usan son los de madera de 1.80 metros, o sea, para adultos”.
--¿Y cómo consiguen ustedes los cajones de muerto?
--“Llega un momento en el que viene el deudo y pues les decimos que se los conseguimos o que lo compren ellos en donde quieran, para que vean que nosotros no tenemos convenios con nadie; los que tenemos son los que nos han quedado que son para niños de 60, 40 y 140”.
--¿Cómo de 60, 40 y 140?
--“Ah ok, son medidas para recién nacidos”.
--¿Un servicio funerario completo, con cajón, con capilla, cuánto cuesta?
--“Sin incluir panteones”.
--¿Ustedes no hacen el hoyo?
--“No, porque eso le compete a Panteones, tenemos dos servicios, que es el de metal, así le nombramos porque el ataúd es de metal y el de madera; el de metal sale en seis mil pesos, con capilla de velación por 24 horas y tratamiento del cuerpo, para que no se nos descomponga y la carroza, llevarlo y traerlo, nosotros lo sacamos, por ejemplo, cuando viene el deudo y nos dice, lo tengo en el hospital Pumarejo, nos dan el pase de salida del cuerpo, vamos por él, lo llevamos al tratamiento, lo traemos aquí para que lo velen y luego nos dicen en donde lo van a enterrar, en que panteón y cuando es de madera sale en 4 mil 170 pesos”.
--¿Es más barato el cajón de madera?
--“Más económico, hay ocasiones que la gente, pues lógico no tiene dinero para enterrar a sus muertos, nos pasa con los indigentes, que ni familia tienen; los mandamos al municipio ahí con la licenciada Isabel Morín, de allá nos manda ella un oficio donde después de un estudio socioeconómico, se les da un descuento del 50 por ciento y hay veces que hasta hay condonación”.
Nuestro personaje, toma otra posición en su silla y exclama:
“En el caso de la condonación no s eles cobra los servicios de la funeraria, nada más eso sí, lo del tratamiento del cuerpo, porque eso no lo hace el municipio, eso lo hace otra funeraria”.
--¿Cuánto sale el tratamiento del cuerpo?, ¿aquí no tiene muerteros?
--“Nosotros no tenemos ese servicio, que sale en mil doscientos setenta pesos ($1,270), eso sí va de cajón, aquí nos llega gente muy, pero muy amolada y aquí el trabajo que nos ha encomendado el ciudadano presidente municipal –Alfonso Sánchez Garza-, es la atención  y como te dije al inicio, aquí nos damos golpes, aquí si la gente viene, tenemos que tratarla bien sea de lo que sea”.
--¿Cuántos servicios dan más o menos en promedio al mes?
--“Pues, bueno varía, pero hay un promedio de que unos 10 o 12 o más, hay ocasiones en que hemos hecho 30 mensuales, que es cuando decimos, oye, pues que paso, diario uno, dos o tres, pero un promedio de unos quince, sí los hacemos”.
--¿Se enteran Ustedes del motivo de la defunción?
--“He, cuando hay oportunidad, aquí por la hoja sabemos de que murió, hay ocasiones que tienen que tener aquí los muchachos que usar guantes, gorro y trajes especiales, cuando son de sida o cuando los cuerpos ya están descompuestos, los empleados de aquí acuden al SEMEFO –Servicio Médico Forense- para sacar los cuerpos, nombre olvídate, ellos tienen que protegerse, hay ocasiones que nos damos cuenta por el parte médico, pero por lo regular siempre son de muerte natural”.
--¿Y de dengue, cuantos les han caído?
--“Hasta ahorita de dengue no, nada, pero pues si hubo ocasiones que teníamos dos, tres y muchachos jóvenes”.
Toma otra posición en su silla y a pregunta expresa de qué si le gusta su trabajo como director de la funeraria municipal, contesta:
“Bueno si, si me gusta, porque aquí tengo trato con la gente, viene gente de las colonias, yo soy de colonia, viene gente de todos los estratos sociales, por lo general es del estrato más bajo; a mí me gusta, se siente bien cuando tu atiendes bien a la gente y la gente se va bien”.
Agrega:
“te comentaba, que estamos agusto y ya esto se va a terminar y esperemos que el que venga, pues le dé  o le haga algo mejor a la funeraria”.
--¿Qué le falta a la Funeraria, aparte de los cajones de muerto?
--“Mira se nos descompuso el aire acondicionado, estamos dando el servicio con una sola capilla que tiene mini split, eso fue anoche, pero eso no nos amedrenta, aquí seguimos dando el servicio y atendiendo a la gente bien”.
--¿Pero tienen cuatro capillas?
--“Cuatro capillas, las más usuales con dos, el aire se nos descompuso en una, pero en la otra está bien, el chiste es dar y hacer el bien”.
--¿Y las carrozas?
--“tenemos dos carrozas, una es la que más usamos, nos ha salido bien y lógico el que venga, tiene que hacer mejoras, se tiene que pintar, el aire, los baños e incluso los ataúdes, pero sabemos cómo es eso”.
Volvemos a cuestionar a Josué, con el tema de los ataúdes y puntualiza:
“Sí, que nos surtan, sabemos como es eso porque es final de trienio y ya muchos proveedores van a decir, pues yo no surto, porque a lo mejor no me paga la siguiente administración, yo haría lo mismo”
--¿Entonces, es cuestión de los proveedores este asunto de los cajones de muerto?
--“Sí, pues yo haría lo mismo, yo como proveedor, va a entrar una administración nueva, yo me voy con cuidado, te dejo, pero págame al cash, porque no sé si me vas a pagar; pero lo importante a la pregunta que me hacías, es que nos gusta porque atendemos a la gente, es satisfactorio cuando atiendes a la gente y la gente te dice gracias, me atendieron bien”.
Acotó:
“Yo soy de una colonia, cuando uno anda en colonia sabe las necesidades de la gente y viene gente como te digo por lo general descalzos, de muy escasos recursos y trato de ayudarles y es lo que nos gusta, nos gusta atender a la gente, ayudamos a la gente y aquí pues hasta el último día lo vamos hacer”.
--¿Cuál es el lema de aquí de la funeraria?
--“Aquí, el de las personas que estamos aquí, el que agarre un peso, se va; le levanto un acta y lo mando al concilio, al juzgado, al ministerio público, a la contraloría o a donde lo tenga que mandar, lo que se pero lo mando, hacer malos tratos no se vale; siempre lo he dicho, jamás alguien nos va a señalar, estos agarraron, eso no, aquí si cae un peso, se deposita en la funeraria municipal; nos podrán decir cualquier cosa, que les caemos mal o gordo, pero esto y por esto, aquí hemos hecho las cosas como nos dijo el presidente municipal y lo bueno de esto es que nos gusta y nos gusta”.
Empezamos a bromear con el  entrevistado, haciéndoles algunas preguntas bobas:
--¿Por qué no le gusta usar ese sillón reclinable, usted es el jefe?
--“Ja, ja, ja… allí se sentó Víctor Mata”.
--¿Y que tenía Víctor Mata, alguna enfermedad contagiosa o algo así que se pegue?
--“Nombre, ese sillón no está bien, se cae”.
--¿Y esa bicicleta que está allí, usted la usa para los mandados?
--“Nombre aquí la dejo alguien, ya tiene dos meses, y nadie vino por ella, ahora que me vaya, la voy a rifar con los muchachos como regalo de despedida”.
--¿Dígame la verdad, por qué no se quiere sentar en ese sillón reclinable, hay algún fantasma?
--“Yo creo que sí porque se mueve mucho”, Josué soltó de nueva cuenta la carcajada “ja, ja, ja…”.
--¿Qué anécdota le ha ocurrido aquí en la funeraria, se le ha aparecido algún fantasma?
--“Aquí, hasta ahorita no me han asustado, pero me comentan los compañeros –Felipe Moreno Martínez y Juan Martín Salomón-, que antiguamente si veían, veían a alguien que pasaba por las capillas, es lógico, aquí se han atendido a muchas gentes y que eso es lo que ellos veían”.
--¿Según ellos que vieron?
--“Veían un espectro, un fantasma , era un muchacho supuestamente era un muchacho, joven, vestido normal, pero salía de la capilla, iban a buscarlo y nunca lo encontraban, nunca le vieron bien la cara, pero era morenito, pelo corto; entraba y salía de una capilla, eso me lo platicaron los compañeros, yo creo que para que me diera miedo, no sé, pero les pregunte si les daba miedo y me dijeron que no, que para ellos eso es normal; yo nunca he visto, ni quiero ver y si así fuera, pues que sea una fantasma, pero como Ninel Conde”. Vuelve a reía a carcajada.
Hasta aquí llegó la entrevista con Asbel Josué Pérez Ramírez, director de la Funeraria Municipal; que se le practicó el pasado Jueves, a eso de las 11:00 horas;  pero para disipar dudas, si se aparecen fantasmas en ese lugar, entrevistamos a los empleados de ese sitio, los que confirmaron los dicho por  Josué
Felipe Moreno Martínez y  Juan Martín Salomón,  contaron unas historias escalofriantes, pero eso como dijo aquella señora gordita que salía en un comercial de la televisión, y que le decían “La Nana Goya”,  “eso será otra historia”; no se la pierdan el próximo lunes.