martes, 27 de septiembre de 2011

El Relleno Sanitario, “un eco suicidio” que emite dioxinas y furanos, altamente cancerígenos; además producen mutaciones y hasta anencefalia.

EN PARTIDA DOBLE

EDICION 109

CORRESPONDIENTE AL 30 DE AGOSTO DEL 2010

Por Alejandro Mares Berrones



El Relleno Sanitario, “un eco suicidio” que emite dioxinas y furanos, altamente cancerígenos; además producen mutaciones y hasta anencefalia.





            La dirección de Control Ambiental, que está siendo dirigida por JORGE MORA y que a su vez pertenece a la Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), que comanda MANUEL POLANCO, alias “El Rey Midas” del municipio; apodo que se ha ganado, por la escandalosa riqueza que ha amasado desde que arribó a ese puesto público.

            La dirección de Control Ambiental, es la encargada de supervisar todo lo que afecte al medio ambiente, desde la contaminación visual, auditiva, solares baldíos, tiraderos clandestinos y hasta el propio Relleno “Sanitario”; así como vigilar que no se viole la legislación al respecto, entre ella el Código para el Desarrollo Sustentable del Estado de Tamaulipas; la Ley General de Protección al ambiente y las Normas Mexicanas de Protección al Ambiente.

            JORGE MORA, dijo no tener ojos para cubrir toda la ciudad y en el caso del Relleno “Sanitario”, es SALVADOR TREVIÑO GARZA, quien ha comentado que la contaminación de ese lugar; el muestreo del PH está dentro de los rangos normales.

JORGE MORA y MANUEL POLANCO, se hacen de la vista gorda, al permitir que las empresas del sector industrial –maquiladoras- y algunas clínicas de la ciudad, estén tirando su basura, en el ex basurero municipal y además le prenden fuego, entre la basura que estas empresas arrojan van desechos de lenta degradación contaminados y ante esto tanto Control Ambiental, como la secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, y hasta la propia Secretaría de Salud, que capitanea VICTOR GARCIA FUENTES, “El Rollero”, ni sus luces.

TRIDONEX, empresa dedicada a la elaboración de “botas” que llevan los sibillones de los vehículos y ubicada en la ciudad industrial, atrás del gas, es una de las muchas que le gusta tirar basura y prenderle fuego; lo mismo sucede con varias clínicas particulares, entre ellas el CMQ, CMI, Hospital San Charbel y otros, que tiran sus desechos infecto contagiosos –jeringas- en ese sitio y nadie les dice nada, pues la autoridad de Control Ambiental, SEDUE y la propia Jurisdicción Sanitaria, están a cuota.

Camiones sin ninguna leyenda, sin razón social, ni denominación, sin rotulación de ninguna empresa, llegan completamente cargados de material peligroso y “dampean” –descargan- en el antiguo tiradero municipal, por cierto, en este ex basurero municipal nunca se hizo el saneamiento, que por ley la autoridad municipal está obligada hacer.

Quien no recuerda a la empresa RUBBER, aquella que fue denunciada en Texas, según causa 92-95, por arrojar desechos industriales dentro del río Bravo; esta compañía estuvo ubicada en Brownsville y luego con otro nombre se vino a Matamoros; cuatro toneladas diarias de hule, tiraba al Bravo. Actualmente, varias industrias siguen con la misma vieja práctica, tiran desechos tóxicos peligrosos en el viejo tiradero municipal y las autoridades de Control ambiental, se la pasan hechas bolas. Componentes, Rimir, Deltrónicos y algunas otras maquiladoras, se burlan de la leyes ambientales, pues a la autoridad competente la tienen “maiceada”.

Desde que las maquiladoras empezaron a instalarse en nuestra ciudad, “hicieron sus necesidades como los perritos, zurraron –tiraron basura tóxica- aquí y allá”. Por eso, por todas las salidas de la ciudad, existen basureros clandestinos, unos ubicados hacia la carretera a la Playa Bagdad –muy contaminados y peligrosos-, otros ubicados a la altura de la ciudad industrial, otros en el ejido “La Luz” y en el ejido “La Venada”.

“El Gato Negro”, ubicado rumbo a la playa, fue un lugar de “reciclaje” que el grupo FINSA, del poderoso magnate SERGIO ARGUELLES, solicitó a la secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, SEDUE, para darle ese servicio a las maquiladoras.

“El Gato Negro”, se ubica exactamente a seis kilómetros antes de llegar a ese balneario, en aquel tiempo SEDUE, le contesto por oficio a FINSA, señalándole que dicha área no debía ser utilizada para confinamiento, por las condiciones hidrológicas y el tipo de suelo, además de la impermeabilidad y la baja saturación, pues en dicho lugar, si escarbas a medio metro sale el agua.

El grupo FINSA, “le lavó el coco” o le “untó la mano” a SEDUE, por lo cual esta secretaría se hizo la ciega, la muda y la sorda; pues en “El Gato Negro”, las maquiladoras, depositaban y enterraban materiales peligrosos, metales como aluminio, fierro, fibra de vidrio, unicel y otras materias primas, fueron sepultadas en “THE BLACK CAT”; 75 empresas funcionaban en 1990,  y tiempo atrás, todas ellas depositaron sus desechos tóxicos peligrosos en este lugar, que todavía existe y que no ha tenido ningún saneamiento.

“El Gato Negro”, supuestamente era un centro de acopio, pero hasta la fecha siguen enterrados allí, materiales altamente peligrosos y tóxicos, los cuales, conforme transcurre el tiempo, se están degradando poco a poco y a través de los mantos friáticos se están filtrando hacia el mar, pues conducen hacia la playa.

A ver, ¿Dónde está PROFEPA?; ¿Qué dice Control Ambiental de esto?. Las maquiladoras –empresas extranjeras- están obligadas a sacar esos materiales tóxicos y retornarlos a Estados Unidos, pero no lo hacen, porqué allá se harían acreedores a millonarias demandas y por eso las dejaron aquí en Matamoros.

La Ley General de Equilibrio Ecológico, señala que los desechos tóxicos, deben de retornar a su lugar de origen, cosa que en Matamoros ha sido letra muerta. La Agencia de Protección al Ambiente de los Estados Unidos, EPA por sus siglas en inglés, sabe de las condiciones en las cuales se encuentra Matamoros y entre sus estudios más recientes tiene identificados a más de seis tiraderos viejos que están actualmente bajo el agua y que se ubican en los fraccionamientos “Las Palmas” y “Palmeras del Mar”, entre otros lugares.

En las lagunas, en un lugar conocido como “La Palangana”, ya empezaron aparecer pescados muertos, las causas son evidentes. Todo es producto de los desechos tóxicos que se encuentran enterrados en “El Gato Negro”.

Allá por 1992, en Brownsville, Texas; sonó mucho los casos de niños con cerebro de agua, la causa fue la anencefalia, todo esto llegó a la Corte; en aquel entonces la empresa MAYORILL, fue demandada por RICHARD PALMER y por TONY MARTINEZ, apoyados por el investigador privado BALDEMAR TORRES, quienes le ganaron a la citada compañía.

MAYORILL se dedicaba a fabricar capacitores electrolíticos –filtran corriente para voltaje-, usaba como complementos un acido electrolítico, que al momento de sacarlo, las mujeres embarazadas sufrían contacto por la aspiración y al nacer el niño, la empresa lo que hacía, las corría. Hasta la fecha, en Matamoros y en Brownsville existen gentes que reciben cheques por estos casos.

La anencefalia es un defecto del tubo neural, incompatible con la vida; se presenta cuando existe una falla en el cierre del neuroporo anterior, que ocasiona la ausencia de los huesos del cráneo, de la piel que los recubre y de la mayor parte del cerebro.

Según el Registro Internacional de Malformaciones Congénitas, en México por cada 10,000 niños nacidos, existe una tasa del 18.1 por ciento de probabilidades de nacer anacéfalo; de 1981 a 1986, en Texas la anencefalia se incrementó, principalmente en mujeres latinas.

Existe el Registro Internacional para el Monitoreo de Malformaciones Congénitas Externas, el cual es un organismo internacional, en el que participan más de 20 países y donde México se encuentra incluido, y recientemente señaló, que las malformaciones congénitas, ocupan el cuarto lugar entre las causas de mortalidad infantil desde 1988, con una tasa de 26.2 por cada 10000 nacidos registrados.

El Registro Civil y Vigilancia Epidemiológica de Malformaciones Congénitas Externas (RYVEMCE) de la secretaría de Salud de México y el departamento de Genética del Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán”, en su reciente estudio de la Frontera Norte de México, señala que de 1987 a 1992, han existido 46 casos de anencefalia en Matamoros, Tamaulipas, datos que obtuvieron del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuya tasa de anencefalia para Matamoros, durante este periodo fue de 11.1 por ciento, para Reynosa de 14.1 por ciento y para Nuevo Laredo de 12.9 por ciento.

Lo peor de todo esto, es que la empresa MAYORILL, todavía existe, sigue laborando y aquí en Matamoros, ahora se llama KEMET DE MEXICO, que produce capacitores para aviones, entre otras cosas, pero ahora los hace por medio de cerámica electrolítica y tantalio.

Todo lo antes dicho, pudiera ser la causa de tanto padecimiento de Cáncer en Matamoros y la región; por ejemplo, existen 20 casos de cáncer en trabajadores del Hospital General “Doctor Alfredo Pumarejo”; esto se ha presentado en tan sólo 24 meses, son canceres de distintos tipos; de colon, pulmón, etc., se cree que esto sea viral, de comprobarse esto, toda la población está en riesgo.

¿Qué está haciendo la Secretaría de Salud?, ¿A caso el jefe de la III Jurisdicción sanitaria, VICTOR GARCIA FUENTES, ya ordenó una investigación al respecto?, ¿Hay correlación viral?; ¿Existe correlación química?; ¿Hay cambios en la estructura genética de los trabajadores que bajaron sus defensas ante las múltiples infecciones bacterianas recibidas?.

Sólo me resta señalar, que lo que he escrito no es ninguna exageración, pues inclusive se han comprobado en algunos casos, que el cáncer de cuello, ha sido producto de una infección viral.

¿Qué está haciendo la Secretaría de Salud en relación con el relleno “sanitario” y con las sustancias tóxicas que se encuentran enterradas clandestinamente en varios ex basureros, ya que todas son altamente cancerígenas?

¿Por qué no se procede jurídicamente contra BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, CARLOS VALENZUELA VALADEZ y SALVADOR TREVIÑO GARZA?, ellos son los responsables del mal funcionamiento del relleno “sanitario”. Tienen que pagar por lo que han hecho.

TRISA y GEN, empresas que dan servicio a las maquiladoras de recolección de residuos tóxicos, ¿dónde los están “danpeando”?

Cualquier estudio de impacto ambiental, que sea real y no amañado, arrojará que en toda el área geográfica de Matamoros y sus alrededores no es factible para tener un relleno “sanitario”; pues el manto friático está a menos de tres metros, aquí en cualquier parte que escarbes, empieza a salir agua.

Lo que pasó con el mencionado relleno “sanitario”, es que a los políticos, en este caso el corrupto ex alcalde y actual diputado federal, BALTAZAR HINOJOSA OCHOA y también el sinvergüenza de CARLOS VALENZUELA VALADEZ, diputado local electo y a estos pillos de siete suelas, se les suma el bandido de SALVADOR TREVIÑO GARZA, a este trío de demonios, les ganó la ambición y no consultaron con expertos, porque por dinero “son capaces de venderle sus almas al diablo”.

BALTAZAR, CARLOS y CHAVA, se “aventaron el tiro”; los estúpidos no saben que las dioxinas y furanos que se acumulan en el relleno “sanitario” y en los basureros clandestinos, como “El Gato Negro” y los demás, producen cáncer de todo tipo, con un grado altísimo.

Las dioxinas y los furanos, producen además mutaciones y hasta anencefalia, múltiples transformaciones congénitas y no hay nada que los desbarate. La ambición de estos políticos y la nula actuación de las autoridades competentes, están mutilando a la naturaleza, al agua, al medio ambiente, al ciudadano que corre un alto riesgo de contraer cáncer.

Allí tenemos el ejemplo de JORGE MORA, director de control ambiental, que anda chingando al ciudadano que no limpia su terreno y hasta amenaza con meterlos a la cárcel, a ver, porque no chinga a las maquiladoras, así ha de ser el pesote que le dan y de paso que verifique el relleno “sanitario” que es un ECO SUICIDIO. Sería todo y cuanto, enpartidadoble@hotmail.com