Crónica de una
sesión de cabildo; en donde “la vaca chingada se volvió chivo”
Alejandro Mares Berrones
Cinco minutos antes de las 11:00 horas,
del pasado 6 de septiembre, empezaron a llegar algunos regidores, a la Sala de
Cabildo “Pedro Sáenz González”, ubicada en la plata alta del Palacio Municipal
de Matamoros, de Sexta entre Morelos y González; previamente habían sido
convocados por el Secretario del Ayuntamiento, Israel Mateo de León Medina, a
la vigésima cuarta sesión extraordinaria.
La programación, comprendía cinco
puntos: Lista de asistencia; instalación de la sesión; lectura del orden del
día y aprobación en su caso; proyecto de acuerdo mediante el cual se aprueba la
propuesta de tabla de valores unitarios de suelo y construcciones que servirán
de base para el cobro de las contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria
durante el ejercicio fiscal del año 2014; clausura.
Por las bocinas se escuchó la voz
aguardentosa del regidor César Noé Garza García, pues a los técnicos que graban
las sesiones de cabildo, se les quedaron abiertos los micrófonos; César Noé,
mejor conocido como “El regidor mercadito”, por tener más puestos públicos que
el mercado “Treviño Zapata”; platicaba fuertemente con la segunda síndica, Rocío
Escobar Domínguez, quien lo cuestionó sobre un asunto:
--¿Por qué no actuaste Noé, que te
faltó?
“Si hubiera actuado, nos hubiéramos
metido en problemas; los pude haber corrido, pero que tal si nos hacen algo…”.
Mientras Rocío y César Noé, seguían con
sus dimes y diretes; la regidora Elsa Astudillo de Guerra, solo los observaba y
en algunas ocasiones pelaba los ojos, mientras se echaba aire con un folder,
pues el calorón era insoportable.
Las manecillas del reloj marcaban las
11:03 horas, en ese instante arribó el regidor Fabián Vázquez, saludó con un
buenas tardes, en vez de decir, “buenos días”, que era lo correcto, pues
todavía no pasaba del medio día. Fabián, tomando poses de perdona vidas, llegó
al lugar que siempre asume, no saludó a sus compañeros en este caso a Elsa
Astudillo y a César Noé; dejó caer sus glúteos, sacó su celular y empezó a moverle a su aparato, una cuestión
que es muy común en las sesiones de cabildo.
Segundos después, el dicharachero y
juguetón regidor, Roberto Chapa Zavala, hizo mancuerna con Fredy Quintero,
quienes tenían a risa y risa, a la dama que estaba en medio de ambos, en este
caso la regidora Alma Tomasa Beas Rivera, la que soltó la carcajada a grito
abierto.
Marcela Hernández Enríquez, quien estuvo
al lado de Roberto Chapa Zavala, paraba oreja, quería saber cuál había sido el
chiste que tanto Fredy, como Chapa Zavala, le estaban contando a Alma Tomasa;
por más intento que hacía doña
Marcelita, nomás no pudo escuchar, pues está media sorda la señora, nomás
escucha lo que le conviene.
Otro que también quería saber que atole
acontecía, entre Roberto y Fredy; era Julio Ávila, quien tenía sus manos entrelazadas
y por estar a un lado de Marcela, tampoco escuchó el chiste.
Gilberto de la Garza Gallegos, regidor
panista, cuyo curul o asiento lo ocupa entre David Morales Vélez y Sandra
Rodríguez, le espetó a Julián Álvarez: “La vaca chingada que nos prometiste, ya
se volvió chivo”; Julián por su parte mostró en su rostro una leve sonrisa y
dijo: “la administración todavía no se acaba, si se va hacer”.
Chapa Zavala, le pregunta a Gilberto de
la Garza; ¿Haber Gilberto, diles a los compañeros que hicimos ayer?.
“Estuvimos en la JAD”, dice Gilberto.
Gilberto le sigue la corriente y agrega:
“Si todo el día Roberto”.
Chapa Zavala, se pavonea y remata: “Para
que vean, nosotros si trabajamos, no como ustedes”.
El minutero del reloj, especificaba la
hora, eran las 11:06, acababan de llegar los arquitectos Mauricio Ibarra
Sacramento y María Aurora Castillo, miembros de la Comisión de Obras Públicas;
al lado de ellos, también venía el regidor Jorge Espinosa Loera, quien se
agarró saludando a todo el público presente de la sala, menos a sus colegas;
los tres tomaron asiento, pero Mauricio Ibarra y Jorge Espinosa, entablaron diálogo..
Mientras Marcelita, por poco se comía la
oreja izquierda de Chapa Zavala; David Morales Vélez, estaba mandando mensajes
por medio de su celular amarillo, a lo mejor a Jorge Reyes Silva, quien no
estuvo presente en la citada sesión, al igual que el regidor José Guadalupe
Pérez Soto.
La regidora Elsa Astudillo de Guerra,
estaba hablando con su colega María Aurora Castillo; por su parte, Diana Masso
Quintana, no soltaba una botella de agua, la que presionaba entre sus manos,
esto lo observó detenidamente la regidora Elicia Ramírez Alvarado…
Ya eran las 11:10 horas, y todavía no
iniciaba la sesión; efectivamente la regidora Diana Masso, tuvo razón, la
figura del regidor Pedro Huerta Benítez, se deslizó por el pasillo de entrada a
la ya mencionada sala de cabildo; cuando caminaba, entre los asistentes, una
voz suave, pero fuerte, dijo: “mira ya llegó Pedro Botellas” y es que al
personaje antes dicho, en alguna ocasión fue remitido a barandilla, por andar
libando.
Pedro Huerta, llegó y se sentó entre
Elisa Ramírez y Mauricio Ibarra, nunca levantó la mirada, se la pasó observando
unas hojas sueltas que mantenía entre sus manos.
De pronto, ya eran las 11:13 horas, se
habré la puerta del pasadizo secreto y lo primero que se asoma, es la brillosa
pelona de Abraham Masso, secretario o asistente del Presidente Municipal
Alfonso Sánchez Garza; en ese instante sale el alcalde y saluda a todos los
regidores, tomó asiento e inició con la sesión; lo mismo hicieron Antonio
Hernández Canales, primer síndico y Israel Mateo de León Medina, Secretario del
Ayuntamiento.
“Agotándose los puntos del orden del día
y siendo las once horas con veinticinco minutos, declaro la clausura de esta
sesión”, dijo Alfonso Sánchez Garza, inmediatamente los comunicadores presentes
se fueron hacia el edil y todos en parvada, lo empezaron a entrevistar.
Los primeros en abandonar la sala fueron:
David Morales Vélez, Sandra Rodríguez Estrada y Gilberto de la Garza Gallegos;
luego siguieron Pedro Huerta, Elicia Ramírez Alvarado, María Enedelia Garza
Garza y César Noé Garza García; en esos momentos se me acerca el regidor
Roberto Chapa Zavala y me dice: “entendiste lo que te dije ayer de la JAD” y
agrega: “no entendiste nada, verdad”.
Le contesto: “No estoy menso, si entendí,
pero para que dices que estuviste todo el día en la Junta de Aguas, si solo
estuvieron 30 minutos”.
El regidor, se refiere a la pluma Parker
con la que estuve en la anotación de estos apuntes y todavía me presume: “para
plumas esta” y muestra en su playera
fosforescente, en donde lleva una de la marca Mount Black; para este entonces
el reloj, ya indicaba las 11:28 horas…
El primer síndico Héctor Antonio
Hernández Canales e Israel Mateo de León Medina, platicaban de oreja a oreja;
en contraste con Roberto Chapa y Esla Astudillo de Guerra, que lo hacía de
manera normal, mientras avanzaban hacia la salida.
A las 11:30 horas se retiran del lugar,
los técnicos que graban las sesiones de cabildo; el secretario del Ayuntamiento
Israel Mateo de León Medina, cambia de posición, deja de platicar con el primer
síndico y ahora lo hace con el columnista Ángel Virgen y con el empleado del
gobierno del estado, Tello Montes; quienes esperan al presidente municipal,
para abordarlo en la puerta de pasadizo secreto…
Antes de salir de la sala, el alcalde
Alfonso Sánchez Garza, se encontró un celular de color negro con rojo; era de
Rocío Escobar Domínguez, se le había caído; la segunda sindica, estaba en una
ardua platica con las regidoras Diana Masso y Aurora Castillo; al acercarse el
reportero a ellas, Rocío exclamó: “yo ya estoy, sude y sude; ya baje los kilos
que me avente en la mañana en el desayuno”.
Eran las 11:36 horas, la jefa de prensa
del municipio, Nanette Sedas, recibió la orden del alcalde de entregar el
celular a Rocío Escobar y así lo hizo; la segunda sindica ahora se encontraba con Emanuel Aguilar, del periódico PM y con
Alberto López de El Bravo; que la tenían bien atorada, con algunas preguntas.
Eran las 11:43, el alcalde se introduce al pasadizo secreto que
lo lleva a su privado, ya en su interior lo esperaban el primer síndico Héctor
Antonio Hernández Canales; el secretario del Ayuntamiento, Israel Mateo de León
Medina y mi tocayo Abraham Masso; lo de tocayo es porque este reportero está un
poco más greñudo que el asistente del alcalde.